Percy Cayetano Acuña Vigil

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Rorty, Richard. (1931)

Filósofo norteamericano contemporáneo. Considerado en círculos académicos, no forzosamente filosóficos, como el filósofo vivo más importante de Estados Unidos, Richard Rorty no ha dejado de manifestarse neta y reiteradamente en estas últimas décadas sobre una amplia diversidad de asuntos públicos controvertidos con puntos de vistas no siempre aceptados por las mayorías, aunque no siempre a contracorriente del discurso y la argumentación imperantes en los círculos de poder de Estados Unidos. Se sitúa, por una parte, en la línea que entronca con el pragmatismo americano, especialmente en la tradición de Dewey; por otra parte, en la línea de la filosofía postnietzscheana de Wittgenstein y Heidegger que retoman el impulso poético como camino de reflexión y, finalmente, esta en la línea de la crítica de filósofos como Quine, Sellars y Davidson al esencialismo y al dogma del representacionismo. Según Rorty, Dewey, Wittgenstein y Heidegger han situado la filosofía en una vía distinta y superadora de las clásicas formas anteriores, basadas en los dogmas que Quine, Sellars y Davidson han criticado. El núcleo de la filosofía que ha de ser superada es, según Rorty, una teoría del conocimiento entendida a partir de la noción de “espejo de la naturaleza” o de representación, que ha seguido afectando a las corrientes filosóficas contemporáneas, incluyendo al positivismo, la filosofía analítica y la fenomenología, que han intentado elaborar una filosofía entendida como “ciencia estricta”. Basándose, en parte, en la crítica de Quine a los dogmas del empirismo y, especialmente, en la crítica de Davidson al dualismo inherente a toda la filosofía moderna 1, entre datos sensoriales y elementos conceptuales 2, Rorty ataca la necesidad de postular una separación entre conceptos y material no conceptualizado. Esta es la base del pensamiento davidsoniano, y la base de la crítica de Davidson y Rorty a la concepción clásica del conocimiento entendido como espejo o representación de la realidad. De esta manera, según Rorty, el pensamiento de Davidson lleva a sus últimas consecuencias el naturalismo, el holismo y el antidualismo de Dewey3 y de Quine, y abandona la idea de un “lenguaje” entendido como medio estructurado de representación capaz de mantener unas determinadas relaciones con otra entidad diferenciada llamada “mundo”. De ahí, según Rorty, ya no tiene sentido hablar de “los problemas de la filosofía”, pues los únicos problemas que pudieron merecer este nombre fueron los de la relación entre mente y realidad y entre pensamiento y representación, que a partir de la crítica de Davidson ha sido eliminado. De la misma manera que a partir del siglo XVIII y, especialmente, a partir del siglo XIX, el desarrollo de la ciencia fue difundiendo la “necesidad” social de hallar un fundamento religioso y trascendente a la realidad, Rorty piensa que el siglo XX es el propio de una sociedad no filosófica cuya sociedad ya no necesita de los fundamentos y legitimaciones de la filosofía, de una sociedad que ya no puede aceptar la formulación de criterios de “verdad”, sino que debe orientarse hacia la consecución de la felicidad a partir de la indignación social contra las limitaciones de la libertad. Las consecuencias de estas concepciones de Rorty han sido fuertemente atacadas, ya que, según sus críticos, Rorty sería solo un defensor del statu quo social y defensor de una posición cínica: si no hay fundamento todo está permitido, se llega a un relativismo extremo y, si el único criterio es la práctica social de las sociedades liberal burguesas, se está defendiendo la supremacía de éstas en una especie de darwinismo social que prima la ley del más fuerte. De esta manera, según sus críticos 4, Rorty aparecería como el prototipo de intelectual burgués posmoderno que defiende los privilegios de su propio modelo social. Pero Rorty considera que, por una parte, nada autoriza la instauración de un fundamento presuntamente ligado a los “grandes” conceptos y a una pretendida Verdad, y que la defensa de la propia tradición moral y la propia práctica de la comunidad sociocultural es también lo que hacen los defensores de una necesidad de fundamentación, pero con la diferencia de que éstos lo hacen de forma encubierta.El aforismo de Rorty "Cuida la libertad y la verdad se cuidará a sí misma" se desarrolla en base al siguiente razonamiento: si cuidamos la libertad, la verdad se cuidará a sí misma, dado que un enunciado verdadero es, por definición, aquel sobre el que la comunidad libre está de acuerdo en que es verdadero; consiguientemente, al cuidar la libertad, la verdad nos vendrá dada como fruta ya madura. El lector juzgará sobre el carácter circular, suficiente o conclusivo del razonamiento. 1 Tanto racionalista como empirista.2 Dualismo al que añadían un tercer término intermedio: las ideas de Descartes o de Locke, las impresiones e ideas de Hume, las intuiciones y los conceptos de Kant, o los datos sensoriales del positivismo lógico.3 Para quien la ciencia es una empresa social e históricamente determinada, que no puede pretender acceder a “la” verdad plena.4 Especialmente los vinculados con la tradición de la teoría crítica francfortiana

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