EL FÍN DEL MONOPOLIO OCCIDENTAL

"El fin del monopolio occidental"

El Director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), Pascal Boniface prevé la decadencia del monopolio de poder de Occidente y el aumento de la potencia asiática. Sostiene que ningún Estado podrá imponer sus deseos aisladamente. Prevé el fin del monopolio del poder.

El mayor cambio previsto es el fin del monopolio occidental sobre el poder. Desde el siglo XV, Occidente estaba en el corazón de las relaciones Internacionales y gobernaba el mundo de hecho. Este es el cambio fundamental, incluso más importante que el fin del mundo bipolar. Duró cinco siglos y está profundamente arraigado  en las mentes y los hábitos de pensamiento. Pero el error es pensar que este es el fin de la riqueza o el fin del poder occidental. Este es el fin del monopolio, simplemente. Occidente sólo tiene que aceptar que otros son ricos y poderosos y no tendrá la posibilidad de decidir por sí solo sobre los asuntos globales afirmo.

De acuerdo a las previsiones hay que estar preparados para sumergirnos en un mundo nuevo. Un mundo en el futuro será de "Pulgarcito", este "hombre nuevo", identificado por el filósofo Michel Serres, en función de su teclado del teléfono o a la pantalla del ordenador. Un mundo caracterizado por el alargamiento de la vida, con moléculas que actúan sobre el envejecimiento y dependiendo del trabajo de un gran número de laboratorios de Basilea a Boston. Un mundo que verá la vida digital. Casi cada producto podrá conectarse a Internet a través de un chip inteligente. Estos nuevos dispositivos se alimentarán de los "grandes datos", de los millones de datos que rigen nuestras vidas, tanto en el hospital como en las megaciudades de tráfico de mañana.

Un mundo donde la población tendrá 9,3 mil millones en 2050. Un mundo marcado por el fin del monopolio occidental del poder y la inclinación hacia Asia liderada por China. Sin embargo, dice Pascal Boniface, director del Iris, el mundo será multipolar de forma equilibrada, algo inédito. Un mundo que se basará en el empuje nuclear y en el gas de esquisto para satisfacer las necesidades de las poblaciones. Las energías renovables contarán solamente el 4% de la producción mundial. Un mundo marcado por la agitación finalmente económica sin precedentes, capaz de sacudir la economía de mercado hasta los cimientos y donde la riqueza de las naciones se alternará. Para vivir bien en éste contexto, más vale ser chino, y un bien entrenado ciudadano de una economía hiper. La globalización no es para mañana.

Noticia proporcionada por el periodico frances:  Le Journal de Dimanche.

Será la misma receta del liberalismo económico todavía en el 2030? No, si usted cree en los líderes de los países emergentes. The Economist ha señalado la primacia del capitalismo de Estado. Sera una alternativa viable para el dogma de cualquier mercado que dirige el mundo?

Se basa en un nuevo tipo de jugadores nacidos en la década de 1990, la combinación de las empresas estatales y los fondos soberanos de inversión de todo el planeta. Las diez compañías de petróleo y gas son públicas globales, la capitalización del mercado ruso está  en manos del Estado en un 62%. Al final todo depende de China el gigante de las telecomunicaciones móviles y sus 600 millones de clientes. En los países maduros, cinco años de crisis económica han dado el ultimátum a la estrategia del Estado.

"El liberalismo duro ha terminado. Iremos a una democracia social de mercado", dijo el economista Philippe Chalmin. A petición de François Hollande, un grupo de trabajo dirigido por el Reformista Jacques Attali quien formulo el concepto de "economía positiva". "El mundo del mañana tendrá un capitalismo progresista. El Estado no puede hacerlo todo, pero para ser fuerte deberá volver a una forma de altruismo para el bienestar colectivo", explica Charles Edward Bouée, miembro del comité ejecutivo de la consultora Roland Berger y el grupo de trabajo.

Noticia proporcionada por el periodico francés: Le Journal de Dimanche