Percy Acuña Vigil 1
En algunos medios técnicos predomina una cultura que se avergüenza de las barriadas y sostiene una connotación peyorativa hacia ellas. Es una cultura que no ha reconocido el mestizaje racial y cultural del Perú. Alfredo Quintanilla Ponce en Los caminos del mestizaje cultural peruano 2 señala que:
La cultura es el conjunto de conductas y de creencias y actitudes que las sustentan, que distinguen a una colectividad humana. Es la creación colectiva de significados o patrones de juicio que indican a los individuos qué es lo verdadero y cuál lo falso, lo bueno y lo malo, lo útil y lo pernicioso, lo permitido y lo prohibido, lo propio y lo extraño, lo bello y lo feo. Estos constituyen el «núcleo duro» de una cultura y es recibido por un individuo desde la infancia en el proceso de socialización que recibe en el hogar, el templo, las fiestas, la calle, la escuela, mediante la lengua, los juegos, los ritos, los castigos y los premios, las canciones y representaciones, las narraciones y chistes.
Y señala que a lo largo de su historia se han producido hechos que han devenido en una cultura de crisis en donde la confusión y el escepticismo predominan. Considero que aquí se encuentran parte de las razones que explican el porque se haya soslayado las medidas que pueden contribuir a enfrentar el problema de las barriadas frontalmente.
El autor transcribe también las dos siguientes opiniones:
«Salvo en un sentido administrativo y simbólico —es decir; el más precario que cabe— «lo peruano» no existe. Sólo existen los peruanos, abanico de razas, culturas, lenguas, niveles de vida, usos y costumbres, más distintos que parecidos entre sí, cuyo denominador común se reduce, en la mayoría de los casos, a vivir en un mismo territorio y sometidos a una misma autoridad»
(Mario Vargas Llosa).
Y enfrenta esta opinión con:
«Lo andino es el cimiento y la base de la historia peruana. Eso es indiscutible. Posteriormente vienen a extenderse, a agregarse, las otras influencias que vienen con la Conquista. Pero el cimiento es andino y amazónico, no es criollo. Existe un Perú criollo, pero es uno de los elementos. No debe ser el predominante... (Con esos) se crea una sociedad nueva, moderna. Pero si uno tiene miedo y es vergonzoso de su pasado, no puede crear una sociedad moderna. Y eso es lo que yo temo del Perú: que es vergonzoso de su pasado... La sociedad moderna peruana es todavía excluyente. Es criolla a expensas de los otros elementos»
(Eliane Karp)
Estos dos conceptos lo peruano y la cultura peruana están en permanente revisión cuando tenemos que enfrentar la demagogia indigenista 3 en torno al problema de las barriadas. Gran parte de las razones del porque no se ha podido enfrentar su solución giran en torno al debate de la política educativa y cultural, en donde los dos tipos de concepción se encuentran enfrentados.
Como referencia quiero traer a la memoria un hecho que marco mi vida profesional al haber viajado a la zona del callejón de Huaylas en 1968 para realizar mi tesis para graduarme de arquitecto motivado por las enseñanzas de mi maestro, el Arq. Carlos Williams León. Estuve en la comunidad de Vicos y allí conocí al Doctor Mario Vásquez4 , antropólogo peruano, colaborador del Proyecto Perú-Cornell. Con él conocí a los Vicosinos y supe de sus tradiciones, de su cultura y de sus anhelos.
El hecho es que entre 1611 y 1952 la comunidad de Vicos vivía bajo un sistema de contrato de obligaciones. En 1947 el Proyecto de Desarrollo Perú-Cornell, de Ciencia aplicada y Cultura, se desarrollo en esta comunidad. Uno de los logros de este proyecto incluyo la asistencia en obtener derechos sobre la propiedad del suelo para la comunidad de Vicos.
En 1963 los Vicosinos compraron sus tierras al gobierno del Perú solo con derechos de propiedad. No fue hasta 1968 en que la comunidad de Vicos pago su última cuota para asegurar sus derechos comunales sobre la propiedad de sus tierras. Adjunto referencias a textos que reportan los trabajos de este proyecto .
Simplemente pasaron cerca de cuatrocientos años para que los propietarios de sus tierras las recobraran. Este pequeño hecho reviste una importancia y trascendencia mayor cuando lo vemos en relación con lo ocurrido con todos los pueblos de nuestro país. Este hecho explica parte de la razón de la migración a la capital y explica el hecho de las Villa el Salvador que surgen para tratar de paliar estas injusticias 6.
Este hecho es de actualidad, a pesar del tiempo transcurrido, ya que debatir temas como la discriminación racial, la identidad de los peruanos, los derechos indígenas, el mestizaje racial y cultural, las políticas de promoción de la cultura andina, la integración nacional y la modernidad cultural, etc. son todos temas que están presentes cuando se enfrenta el problema de las Barriadas y se desea precisar cuales son las tareas inmediatas del urbanismo, las cuales sistemáticamente se han venido dejando de lado y han culminado con el abandono total de la política de vivienda popular y del urbanismo por parte del Estado 7. Sin pretender abordar todas esas cuestiones, este artículo se referirá al tema de cómo entender el papel de la planificación urbana referida al ámbito del urbanismo, en el contexto de la globalización.
¿Cómo enfrentar entonces los conflictivos dilemas culturales que se nos presentan en medio de la lucha por el bienestar que ansiamos?
En este sentido partimos por propugnar una Cultura que posibilite desarrollar una crítica práctica de la riqueza, la fama y el poder como metas en la vida, sin negar la raigambre religiosa de nuestras matrices culturales. Por desarrollar una Cultura que no reprima los deseos sino que los exprese, los saque afuera, y que moldee el discurso y la praxis según los sueños vividos, inclusive cuando no sea posible aún realizarlos. Donde se respete el derecho a discrepar, a ser diferente y, por tanto, en el ejercicio de la diferencia, aprender y enseñar a tolerarla8 .
Esta cultura debe devolver la mística cultural como único antídoto que detenga y disuelva la globalización mundial del neoliberalismo y de su industria cultural que hoy nos arrastra a los predios del posmodernismo, inclusive a quienes hasta ayer fueron sus críticos.
Pensamos en una mística con sensibilidad y con praxis, pero que no signifique el olvido de las contradicciones sociales, ni que sea una falsa conciliación entre las clases sociales. Mística Cultural que tampoco se confunda con el “achoramiento” 9, que viene a resultar como una protesta infecunda, disgregadora y sin sentido, que muchos intelectuales tratan de presentar como el nuevo rostro popular del país, y que sin embargo es un espíritu que hoy esta presente en los chichódromos y discotecas.
En una mística que democratice, que iguale y que libere, que rompa con los candados que nos encierran por dentro a los peruanos: el racismo, el machismo, el padrinazgo. (Quintanilla, 1996), y nos haga dar un salto a la civilización, erradicando de nuestros espíritus la Ley del Talión (Max Hernández, 1993) 10. Pues, como dicen Arguedas y los personajes de sus novelas, así como el sufrimiento y el cariño, también el perdón limpia el alma, la limpieza consuela y, en última instancia, libera personal y colectivamente (Gutiérrez, 1982)11 . Mistificar la vida nacional para pacificar, para reconciliar a los peruanos.
Si nos imagináramos por que ruta debieran transcurrir las diferentes culturas del Perú, esa debiera ser la de buscar una mística cultural nacional, con la voluntad colectiva de la nación. Esta mística cultural es la que debería guiar la planificación urbana que estamos postulando.
Esta pugna se ha dado durante todo el siglo XX, en donde, en el espacio geográfico del Perú, se ha construido un mercado y un Estado criollo que ha pretendido homogenizar las diferentes culturas de una sociedad que esta dividida y atrapada en la red de la dominación étnica, de clase y de genero.
Al iniciarse la construcción compulsiva de carreteras durante el gobierno de Leguía y con la aparición de la radio la población rural expulsada por la crisis rural (Quijano, 1977) se oriento a las ciudades costeras, impulsada también por la educación, que no podía asentar a la población por no contar con fuentes de trabajo. (Degregori, 1986). De este modo ésta población migrante se fue asentando en forma precaria alrededor de las ciudades. (Arguedas, 1987)
Esto generó crisis de adaptación, produciendo sentimientos de inadecuación en las relaciones interpersonales y conductas antisociales, sin embargo se mantuvo la matriz cultural andina, habiéndose encontrado en la religión una función como vínculo social y ordenador del caos existencial. Se ha encontrado que esta ruptura conduce a una anomia que produce el achoramiento en unos casos o a través de la afiliación a sectas protestantes, buscando un camino a la personalización, a obtener ciudadanía o a romper incluso con la dominación religiosa colonial.
En el periodo 1940-2000, dos o tres generaciones de migrantes han logrado superar la miseria de la aldea serrana y se han insertado en un mercado capitalista en plena expansión y se han abierto paso en la institucionalidad urbana o han creado una propia en un proceso lento, conflictivo y sacrificado que no puede ser modelo de exportación ni modelo para vanagloriarse, sino que es un dedo acusador.
Recién en el siglo XX es que la sociedad peruana se ha transformado de rural a urbana, hemos dejado de pertenecer a comunidades con códigos de conducta profundamente enraizados en lo colectivo y lo fraterno, y hemos pasado a núcleos en donde campea la individualidad y la competencia, en donde el consumo es impuesto mediáticamente y en donde se relativiza todo nuestro pasado y nuestras tradiciones. (Portocarrero 2001: 562) 12. Este cambio es el que ha generado confusión y escepticismo, los cuales se ven agravados por el “achoramiento anómico”, que revitaliza el conservadurismo y el tradicionalismo. Quintanilla señala que éste reniega del pasado indígena y que no acepta la cultura criolla. Frente a esta actitud señala que se percibe una tendencia de retorno al pasado cultural13
Quintanilla señala que estas tendencias están en pugna y que se resolverá esta pugna si es que llegamos a ser plenamente modernos al desenmascarar el embuste de la arcadia 14 colonial, mediante una cultura reintegradora donde todos pudiesen aportar sus valores libremente. Con este marco cultural reintegrador la tarea de la Planificación urbana se torna pletórica y plena de sentido. Entonces las villas el salvador tendrán pleno sentido en la construcción de la utopía urbana democrática.
Aspectos a considerarse para enfrentar ésta problemática
Los temas de la pobreza, vivienda, ciudades y medio ambiente, mantienen una relación significativa y fuerte en nuestro país y son la razón de su planeamiento urbano ya que no solo el ámbito de nuestras ciudades requiere de planeamiento, sino todo el territorio nacional, con un planeamiento territorial que lo organice productivamente como un sistema funcional puesto al servicio de los intereses de la Nación.
Uno de los aspectos que se debe considerar en este ámbito es el de los problemas ambientales en relación a la contaminación de todo tipo que están sufriendo no solo nuestras ciudades, sino todo el territorio por ausencia de control y de legislación que se haga cumplir. Aquí debe indicarse el problema de las áreas verdes en los centros poblados que cada día son menos en Lima, por ejemplo de todos los parques zonales que se tenia previsto para Lima solo quedan unos cuantos y en área reducida, y cada día es necesario desplegar toda suerte de tácticas para evitar que caigan en manos de la especulación voraz, incluso alentada por quienes deberían ser los defensores de la ciudad. No escapa a esta observación la tendencia a la contaminación producida por cuanta industria se localiza en el territorio nacional. En mi recorrido por todo el territorio nacional no he encontrado ningún lugar que escape a la regla de la contaminación y la destrucción de nuestro territorio a vista y paciencia de las autoridades.
La evidencia muestra que no existe todavía una toma de conciencia compartida por la mayoría sobre los impactos territoriales y los efectos que están produciendo la reestructuración económica mundial y la marcha de la globalización en nuestras ciudades, barrios y hasta viviendas. Este conocimiento es importante puesto que el proceso de globalización del mercado tiene consecuencias directas sobre "lo local" y las áreas de desarrollo local y micro regional en todo el territorio nacional.
Los aspectos centrales de la problemática urbana se refieren en primera instancia a la situación de la economía urbana especialmente en cuanto se refieren a la de los sectores populares. Este es el problema central de la política de desarrollo urbano y de una política de vivienda efectiva, que supere los enfoques asistencialistas y de tipo viviendista que se comprueba no han sido efectivos en atenuar la demanda popular.
Complementariamente la problemática urbana requiere enfrentar la situación de los títulos de propiedad y al acceso a la propiedad del suelo de los sectores populares, los temas de remodelación urbana y de mejoramiento de los barrios, el proceso de destugurización, el de mejoramiento habitacional y densificación y de promoción de ciudades más compactas pero al mismo tiempo con mayor calidad de vida para sus habitantes.
Especial consideración debe tenerse con los problemas del medio ambiente15 . En el país los temas de la planificación urbana están estrechamente relacionados con el tema ambiental por las características especiales de su geografía y de su ubicación en una zona altamente sísmica; por esta razón son especialmente significativos los aspectos constructivos en las zonas altamente vulnerables.
No es pues solamente el problema de las viviendas faltantes o de la tierra y lotes que se demandan para vivienda nueva, sino sobre todo el tema de la calidad de la vivienda existente tratada en forma integral. El Estado, desde su política de Vivienda no enfrenta el problema urbano frontalmente y lo ha trasladado a la iniciativa privada y al esfuerzo de los propios pobladores. De igual modo los gobiernos regionales y los municipios provinciales y distritales no se han orientado al tema de las viviendas deficientes, insalubres y tugurizadas en forma masiva, el cual es de lejos un problema mucho más acuciante que el de las viviendas faltantes.
El caso de la vivienda rural se incorpora a esta problemática ya que debe tratarse en forma sistémica y no desde la artificial dicotomía urbano rural. La vivienda rural como política no ha sido tratada, esta olvidada y como producto es precaria y de mala calidad. Carece de servicios y sus condiciones constructivas y de calidad son mínimas. Es necesario incorporar programas de servicios de infraestructura social, de construcción y de planeamiento que incorporen este ámbito en la elevación del nivel de la calidad de vida de la población. Por calidad de vida me refiero a la disponibilidad de servicios de infraestructura básicos, agua y desagüe, equipamiento comunal, infraestructura vial y de transportes y no sólo a la seguridad y legalidad de la propiedad urbana.
Para tener una mejor ocupación del territorio requerimos aprovechar las oportunidades de empleo que tiene el territorio nacional y en ese sentido se debe trabajar por elevar las condiciones de vida de los centros poblados del país. Sin embargo estas oportunidades de empleo y de asentamiento poblacional requieren que se haga atractiva la permanencia de la población con viviendas y servicios de calidad y esto pasa por dar los instrumentos técnicos de planeamiento que hagan atractiva la inversión privada en estas localizaciones.
Las tasas de natalidad en las áreas rurales siguen siendo altas, por lo que el área rural expulsa población a las ciudades sin que se hayan puesto en marcha políticas de repoblación y ocupación de nuestro vasto territorio abriendo oportunidades de empleo y de transformación, acciones que deben de ir mas allá de las poco significativas acciones que tradicionalmente se han venido implementando.
Para que nuestras ciudades tengan mejor calidad de vida , que la ocupación del territorio nacional tienda a una mejor adecuación a las posibilidades que ofrece nuestro territorio, se requiere trabajar políticas de acondicionamiento territorial que presten atención a la promoción y mejoramiento de la vivienda y al hábitat rural propio de pueblos pequeños, caseríos y otras concentraciones poblacionales de menor densidad de manera sistémica e integrada en un plan de estimulo a la producción concertado entre el Estado , el sector privado y la sociedad civil como ente fundamental.
Si bien es cierto que un fenómeno de metropolización como el de Lima-Callao, que concentra más de la mitad de la población urbana del país, requiere de una acción concertada integrada, también es cierto que tenemos más de quince ciudades con más de cien mil habitantes con un ritmo acelerado de urbanización a tasas muy superiores a las de Lima-Callao y que están reproduciendo hoy día todos los males que se ha permitido que ocurran con la capital nacional. Ambos procesos, complejos de por si, ocultan el dato que simultáneamente refuerzan el proceso de dispersión negativa de población en las áreas rurales y agrandan las desigualdades de la población en la satisfacción de sus necesidades básicas. Esto trae consigo una mayor anomia social y una mayor segregación de la población de menores recursos, tanto del campo como de las ciudades.
También se debe tener en cuenta que más del ochenta por ciento del parque de vivienda en el país es por autoconstrucción, con índices sub estándar calidad de vida para sus habitantes lo cual no se considera en las estadísticas oficiales cuando se trata estos problemas. Para enfrentar esta situación la empresa privada no ha intervenido, salvo en el aprovisionamiento de materiales de construcción, aprovechándose de las necesidades de consumo de este vasto sector y cuando el Estado a intervenido lo ha hecho marginalmente.
Esta política de desarrollo urbano requiere considerar que el proceso de acceso a la vivienda más generalizado en nuestro país responde al patrón de invasión y que toma un mínimo de veinte años obtener una vivienda que se consolide con servicios, las cuales en su mayoría obtienen resultados de muy mala calidad. Debe considerarse que la formalización de la propiedad a través de COFOPRI, solamente alcanza a menos del siete por ciento del total de las viviendas del país, pues el proceso de titulación se ha limitado a la legalización de los terrenos y no a la “fábrica”.
La ausencia de una política explicita para enfrentar esta problemática ha permitido las Villa el Salvador y ha producido ciudades de muy baja densidad e innecesariamente extensas provocando altos costos en la provisión de servicios básicos, comunales y de transporte. Esto ha generado cada vez más graves problemas ambientales, en un contexto de precariedad y pobreza que generan malestar social, violencia urbana, delincuencia y algo muy grave como es la frustración y el desarraigo 16.
En la actualidad el déficit cualitativo de vivienda urbana se encuentra en el orden de las cuatrocientas mil unidades pero las viviendas sin servicio de agua y desagüe están en el orden del millón de unidades. A este déficit debe agregarse el de la vivienda rural que carece de servicios básicos y que se encuentra en situación de vulnerabilidad inminente que engloba un orden de cuatrocientas mil unidades.
Este impresionante panorama requiere de una acción frontal que reoriente las políticas actuales y construya estrategias que incorporen la perspectiva señalada para enfrentar el reto del desarrollo urbano de nuestras ciudades y de una política de vivienda de carácter integral que considere la participación de la Sociedad Civil, de la Empresa Privada y del Estado.
ACCIONES QUE SE VIENE DESARROLLANDO.
A falta de una política de desarrollo urbano por parte del Estado las organizaciones civiles han tomado la posta y estas están interviniendo en la promoción del desarrollo urbano local en forma sistemática dando un ejemplo del tipo de intervención que requiere desarrollar la sociedad civil 17.
Los programas urbanos
Se viene formulando Programas Urbanos como referentes para políticas municipales de desarrollo urbano popular en sus dimensiones territorial, social, económica y política, a partir de las actividades de promoción e investigación en el ámbito distrital.
Estas políticas urbanas se basan en la sostenibilidad de los programas y en sus posibilidades de repetición, se orientan a fortalecer y ampliar las capacidades de los actores en los ámbitos distritales y locales para el ejercicio de la ciudadanía y la promoción del desarrollo local.
Objetivos estratégicos
Estos programas buscan:
En general estos programas priorizan la GESTION LOCAL y tienden a fomentar la construcción de ciudadanía y a la formación de una esfera pública democrática, participativa y solidaria y que busque el desarrollo de comunidades políticas basadas en el desarrollo sostenible y sustentable del territorio.
Principales resultados de los Proyectos anteriores.
El principal resultado de estos proyectos ha sido el haber contribuido a la conformación de espacios de concertación local para el desarrollo del territorio a través de Talleres de formación, y participación en la toma de decisión municipal, de fomento de espacios de concertación para el desarrollo del distrito, de encuentros informativos sobre la problemática del desarrollo local. Estos proyectos tienden a fortalecer las alianzas para promover el desarrollo local y de fortalecer las capacidades locales para promover su desarrollo.
Este documento también puede descargarse para su lectura en formato PDF: AQUÍ
1 Doctor en Filosofía, Magíster en Arquitectura. Arquitecto, Diplomado en Planeamiento Urbano y Regional y Vivienda en la Universidad de Edimburgo. UK., Catedrático en la UNI-FAUA en Planeamiento Urbano y Metodología de la Investigación. Director de DECOPUR.
2 QUINTANILLA, Alfredo. Los caminos del mestizaje cultural peruano. El autor señala que este texto fue escrito en 1996 como parte final del ensayo “A través del túnel. Crisis y cambios en la conciencia social popular urbana”. Publicado en Cyberayllu.
<http://www.andes.missouri.edu/andes/Especiales/AQ_Mestizaje.html >
3 No reconocer los derechos de los pueblos originarios andinos y amazónicos.
4 Instituto Indigenista Peruano
5 Sally Falk MOORE. Power and Property in Inca Perú. Revisión de: John V. Murra. American Anthropologist December 1960, Vol. 62, No. 6: 1082-1083.
Richard N. ADAMS, , Charles C. Cumberland. United States University Cooperation in Latin America: A Study Based on Selected Programs in Bolivia, Chile, Peru and Mexico. Revision porCharles J. Erasmus . John A. CROW. The Epic of Latin America, University of California Press. Fourth Edition. 17 Enero 1992
American Anthropologist December 1960, Vol. 62, No. 6: 1118-1120.
6 Los siguientes trabajos se refieren a la problemática planteada en relación a los derechos indígenas, el mestizaje racial y cultural, las políticas de promoción de la cultura andina, la integración nacional y la modernidad cultural.
COTLER. Julio. 1968. - "La mecánica de la dominación interna y del cambio social en el Perú", en: José Matos Mar [et al.], Perú problema, p. 143-197. - Lima: Moncloa. - 197 p.- "Haciendas y comunidades tradicionales en un contexto de movilización política", en: Robert G. Keith, Fernando Fuenzalida Vollmar, José Matos Mar [et al.] La hacienda, la comunidad y el campesino en el Perú, p. 135-163. - Lima: Instituto de estudios peruanos. - 220 p. - (Perú problema; 3)
DOBYNS. Henry F.1964. - The social matrix of Peruvian indigenous communities. - Ithaca: Cornell University, Department of anthropology.
DOUGHTY. Paul L. 1970. - Huaylas. - México: Instituto indigenista interamericano. - 343 p. - (Ediciones especiales; 54)
FUENZALIDA. Vollmar Fernando. 1970. - "Poder, raza y etnia en el Perú contemporáneo", en: Fernando Fuenzalida, Enrique Mayer, Gabriel Escobar [et al.], El indio y el poder en el Perú, p. 15-87. - Lima: Instituto de estudios peruanos. - 216 p. -(Perú problema; 4)
GILLIN. John. 1947. - Moche: a Peruvian coastal community. - Washington: Smithsonian Institution Institute of social anthropology. - VII, 166 p. - (Smithsonian Institution publication; 3)
MANGIN. William. 1960. - "Organización social en Vicos". - Etnología y arqueología (Lima) 1(1), p. 24-37
MILLONES. Luís. 1967. - "Introducción al estudio de las idolatrías: análisis del proceso de aculturación religiosa en el área andina”. - Aportes (Paris) 4, abril, p. 47-82
VALCARCEL. Luís Eduardo. 1967. - Etnohistoria del Perú antiguo. - 3e éd. - Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. - 251 p. - (Textos universitarios). 1972. - Ruta cultural del Perú. - Lima: Editorial Universo. - 213 p. - (Autores Peruanos)
BOURRICAUD. François. 1962. - Changements à Puno: étude de sociologie andine. - Paris: Institut des hautes études de l'Amérique latine. - 241 p.
7 ACUÑA VIGIL, Percy. Las Barriadas: La tarea actual del urbanismo y de los planes de vivienda en el Perú. http://blog.urbanoperu.com
9 Quintanilla señala que “achoramiento”,es un término peruano que describe el proceso cultural de transformación de una persona que asume el lenguaje lumpen y las conductas del «choro» o ladrón de poca monta”. (Quintanilla. 1996).
10 HERNANDEZ, Max. 1993 Memoria del bien perdido. Conflicto, identidad y nostalgia en el Inca Garcilaso de la Vega. IEP-Biblioteca Peruana de Psicoanálisis. Lima.
11 GUTIERREZ, Gustavo. 1982 «Entre las calandrias» en TRIGO, Pedro: Arguedas, Mito, historia y religión. CEP. Lima
12 PORTOCARRERO, Gonzalo. 2001 Las nuevas poéticas del sujeto en la sociedad peruana. En Historia de la cultura peruana. Tomo II. Fondo Editorial del Congreso de la República. Lima.
13 QUINTANILLA, Alfredo. 1997 A través del túnel. Crisis y cambios en la consciencia social popular urbana. IDL-PUCP-UNSCH. Lima, PP. 34-42.
Aculturación. DRAE. f. Recepción y asimilación de elementos culturales de un grupo humano por parte de otro.
14 En la moderna imaginación occidental, que no se aparta demasiado de la concepción clasicista de los siglos XVI a XIX, la Arcadia virgiliana se ha reducido a un sueño generalizado de felicidad y tranquilidad rural: como en la época de Virgilio, sin embargo, sigue siendo una fascinante alternativa ideal a la experiencia de la sociedad urbana.
15 ZOLEZZI CHOCANO, Mario. La difícil relación entre el ambiente y la vivienda en el perú.http://www.urbano.org.pe/opinionvivisalud.php > DESCO. Publicado en <
16 Más del 75% de los jóvenes desean irse del país y el descrédito en las principales instituciones del estado está por encima del 80%.
17 Un ejemplo importante son los programas urbanos de DESCO, CENCA, SEA, CEPROMUR, Moray, Estrategia, COPRODELI, Alternativa, APDES, Centro peruano de discapacidad, CARITAS, y las varias organizaciones vecinales que laboran en el Perú.
Desarrollado por LLIKA
Comentarios recientes