Les adjunto esta referencia al libro de Juan Pablo Bonta, el cual hasta el presente es dificil de encontrar en Lima. Constituye una referencia importante para el campo de la critica de la arquitectura.
La historia de las citas x Alfonso Corona Martinez
American Architects and Texts
Juan Pablo Bonta.
The MIT Press, Cambridge, Massachussetts, 1996.
http://www.arqatravel.com.ar/25a.htm
Repentinamente, y casi coincidentemente con la aparicion de su ultimo libro, fallecio en EEUU Juan Pablo Bonta, autor de "American Architects And Texts", recientemente editado por MIT Press.
It is argued throughout this book that indexes bear a nontrivial connection to the texts themselves". "Se sostiene en todo este libro que los indices tienen una relacion no-trivial con los textos mismos"
J.P.B.
No podria decir que he estudiado este libro; apenas que lo he leido. Lo recibi en la primavera; venia acompanado de una nota dandome a entender que, si el libro no me resultaba exageradamente aburrido, Juan apreciaria un comentario mio. Le conteste despues de unos dias que con solo hojearlo no me parecia eso, sino todo lo contrario: despues de todo, la pregunta por el aburrimiento era retorica, puesto que yo conocia el proyecto del libro desde los anos 80, incluso habia publicado un anticipo en la revista "Ideas en Arte y Tecnologia" y habia escuchado a Juan exponer sobre el trabajo en preparacion varias veces: la ultima, como muchos de mis lectores, en la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires de 1993.
A principios de diciembre recibi, como otros amigos, la noticia de la inesperada muerte de Juan.
En American Architects and Texts, Juan Bonta toma un camino extraordinario para considerar los textos que se han escrito sobre la arquitectura de Estados Unidos. No compara sus contenidos, las opiniones de sus autores sobre Wright, Mies o Richardson.
Observa, en cambio, si el texto que tiene entre manos menciona a esos arquitectos (y la infinidad de otros que componen el recorrido historico de esa arquitectura: siete mil en total). Ese dato, que se obtiene de los indices de nombres citados -una buena costumbre anglosajona que en otros ambitos no se practica- desencadena una serie de operaciones que pueden hacerse a partir de esos listados, que son obtenidos y manejados usando computadoras, con programas creados por el mismo Juan.
Juan era un pionero en el uso de la computadora, desde los anos 60. Ella vino a coincidir con su mente logica, un tanto inusual entre los miembros de esta profesion.
Esa logica inexorable (la de Juan Bonta, por extension la de las computadoras con las que lo comparaban algunos condiscipulos a fines de los anos 50) producia en otros arquitectos cierta irritacion, con la cual Juan jugaba magistralmente, a conciencia.
Hay que decir que este libro fue para el una obsesion, y que trabajo en el muchos anos (creo que dieciseis). Era nada menos que otra lectura de la Historia de la Arquitectura, que fue su campo de trabajo. American Architecs and Texts es como una autonegacion de Bonta, el historiador de la arquitectura: no dice nada de la Historia, que revela conocer como al trasluz. Bonta ha leido muchos de los libros que analiza, pero se cuida muy bien de opinar sobre sus contenidos, e insiste en que son las operaciones posible de hacer electronicamente las que dan por resultado las tablas y graficos en los que abunda la obra. Asi como Juan Bonta el arquitecto (que algunos conocimos) se oculto tras el historiador, aqui el historiador se disimula detras del metodologo. Este no es un libro de Historia de la Arquitectura: es un libro de analisis comparativo de textos, que pudieran ser de "otra cosa", y ese analisis crea una nueva disciplina, el analisis de indices.
Por esto, por la novedad que involucra, el comienzo esta poblado de justificativos y de no muy sinceras disculpas. Leemos en la p.6 : "una vez que los fundamentos de esta disciplina han sido establecidos, comienzos aparentemente tan fragiles pueden llevar a nuevas percepciones sobre la arquitectura y su literatura. No hay en esto ningun ataque a la scholarship; en lugar de acelerar el olvido de las bibliotecas, los analistas de indices son responsable de continuos agregados a sus estanterias. No minara la lectura de libros; nos hara ver perspectivas aun inexploradas y contribuira a definir nuevas metas y estrategias de investigacion".
Se acepta, como veremos, que la Historia de la Arquitectura es una historia de autores de obras. No se cuestiona como son las historias de la Arquitectura, no propone cambios en el esquema ("autor-obra") al que estamos acostumbrados.
"En el caso de la arquitectura, el analisis podria centrarse en los nombres de los arquitectos, en los edificios, o en ambos. En este particular proyecto se presta atencion
solamente a las citas de nombres de arquitectos (...). Cognitivamente, los nombres de los arquitectos y de los edificios que se menciona son la esencia misma del discurso arquitectonico. Las opiniones son volatiles; las listas de edificios y de arquitectos merecedores de que se emita opinion sobre ellos es mas estable.
Los proscriptos frecuentemente se vuelven profetas, y los heroes en villanos con el surgir de nuevas filosofias: se reasignan los roles, pero los actores frecuentemente son los mismos".
Todo el mundo sabe que un cierto grupo de historiadores/criticos se corresponde con otro cierto grupo de artistas/arquitectos; pero aqui se lo demuestra:
"Grupos de arquitectos y de escritores aparecen frecuentemente involucrados en una compleja relacion simbiotica en la que algunos funcionan como originadores de nuevas ideas, otros como seguidores o reaccionando frente a ellas; se comportan como un sistema interdependiente y debieran ser considerados como un acontecimiento unico en la historia de la cultura arquitectonica. Acabamos de mencionar un grupo asi (...). Una tecnica para buscar sistematicamente tales grupos se presentara en el Cap.9". Y asi sucede efectivamente.
Mirar los indices de los libros sin penetrar en sus textos: que cosa extrana! A Juan debe habersele ocurrido esto durante una actividad a la que todos estamos acostumbrados, que es revisar un libro, mirar su indice para consultarlo. Nos preguntamos: ?me servira, leer esto?
Es como si ese momento aparentemente insignificante de nuestro trabajo intelectual hubiera sido hipertrofiado, sistematizado, y absorbido dieciseis anos de la vida de mi amigo.
Recuerdo en este instante un articulo, muy breve, de Umberto Eco, publicado no hace tanto tiempo, en el que decia que frente a la multiplicacion indefinida de los textos el rol del profesor se desplaza desde el del individuo que profesa lecciones en las que resume conocimientos largamente adquiridos, al rol de un consejero que indica al estudiante que textos descartar, a cuales enderezarse: un selector, un orientador, un navegante en ese mar de informacion. Otra imagen me aparece, la de Magallanes (y Elcano) dando la vuelta al mundo y tocando un poco del borde de los continentes, mapeando los bordes sin nunca ver otra cosa que sus costas. ?Seran los indices de nombres como las costas de los libros?
No se si este libro es el primer fruto de una epoca futura de predominio de la computacion. Varias veces se dice en el que las cosas que estan son las "amenable to computerized analysis" (susceptibles de analisis computerizado). O sea, las que no lo son, no estan.
Quizas no es todavia un libro del futuro, sino el registro del primer encontronazo entre los libros y las maquinas: para el caso, de los discursos sobre la arquitectura que ambiguamente se agrupan hoy bajo el rubro "Historia de la Arquitectura", con las computadoras.
Dice Juan Bonta (p.278) :"La tecnologia digital esta transformando la practica de la investigacion en las Humanidades. Da al ignorante un poder que le permite hallazgos previamente reservados a los expertos. Aqui reside su promesa, y quiza su peligro".
Hay cierta nostalgia en esto. En la p.79 leemos: "Cuando yo estaba creciendo en Buenos Aires habia unas pocas librerias pequenas en las que sus duenos manejaban los libros con amor y podian comprenderlos sobre la base de unas pocas claves.
Hablaban con sus clientes, y quiza pasaban a un comprador datos obtenidos de otro. Sea como fuere, si se les pedia un libro sobre un tema determinado, era frecuente que recomendaran una fuente apropiada. Esos negocios y sus duenos se extinguieron hace mucho ya. Cruzando la calle del campus en que enseno esta la mayor libreria de la ciudad. El personal que la atiende puede localizar en la pantalla de la computadora cualquier libro disponible, de costa a costa de los EEUU y en el extranjero, si se les provee de unas pocas palabras de su titulo, una referencia incompleta del autor, algo del tema; pero en la mayor parte de los casos nunca han visto el libro mismo, aun si se lo encargan; su trabajo no consiste en ofrecer consejo"...
Quiza todo empezo con la lectura de diferentes textos sobre el Pabellon de Barcelona (Anatomia de la Interpretacion Arquitectonica, Gili, Barcelona ). Juan muestra alli como el festejado edificio -a la sazon, inexistente- fue invisible durante un par de decadas para los comentaristas e historiadores del Movimiento Moderno. Quiza esa revision de textos inspiro en el un escepticismo sobre las aptitudes valorativas de los criticos, a la vez que una compasiva simpatia por las limitaciones de los estudiosos. Posiblemente reafirmaron su actitud, mas cientifica, y mas irrespetuosa de la autoridad de la letra escrita.
Queda bien claro en el trabajo sobre el Pabellon que los autores escriben "de oidas" ; el Pabellon no existia mas que en unas fotos en blanco y negro. Solo los primeros que
escribieron sobre el lo habian visto; algunos no le hicieron caso, otros si, pero varios autores prestigiosos no les prestaron atencion en los anos inmediatamente siguientes.
Aventuro que verificar esto es como caer en el pecado original: la Historia y la critica, que se presentaban -en especial entre 1940 y 1960- como retrato, como "verdaderas", se revelan como opiniones, o mas exactamente como agregados de unidades formadas asi: mencion de un arquitecto -opinion sobre su obra.
Y la segunda parte -opinion sobre su obra- es muy variable: "Anatomia" lo muestra. Quedan las menciones de los autores. Sobre este descarnado repertorio se monta American Architects And Texts.
El trabajo de Bonta, es justo o injusto con las Historias de la Arquitectura? Creo que esta pregunta es irrelevante, porque el trabajo habla de otra cosa. Habla de una manera de enfrentar un monton de informacion sobre un campo cualquiera, de uno definido a la manera "del sentido comun"; para el caso, la historia de la arquitectura norteamericana. Pero, como dije antes, podria ser otro. Por especializacion y por comodidad, supongo, Juan Bonta eligio este.
Sabe que esta creando una nueva disciplina: el analisis de indices y comenta (p.xvi) un poco autobiograficamente: "El campo, tal como lo veo, no apoya ni debilita ninguna ideologia arquitectonica, ningun estilo. Esto puede ser sorprendente, quiza una consecuencia de mi propia mentalidad, no un rasgo necesario de la tecnica. Otros traeran a este campo sus propias inclinaciones y llevaran la disciplina en otras direcciones; esta es otra razon para invitarlos a participar ahora. Concluyendo, quisiera revelar mi propia motivacion. Admito que me interesa mas la logica interna del analisis de indices que sus implicaciones practicas. Mi fascinacion con este campo surge del descubrimiento del orden y la regularidad, por ende de significado, en un area en que no se veia antes que los hubiera".
Como para disipar la idea de que esta pudiera ser una actividad puramente clasificatoria, leamos por fin un breve parrafo de la p.322 bajo el subtitulo "Textos Anomalos": "Revisando indices fue posible predecir el marco de referencia (segun el cual habian sido escritos...) de casi el 80 por ciento de los textos en el corpus. Desde la perspectiva que exploraremos en este apartado, esos son los textos menos interesantes. Como su realidad sigue nuestras predicciones, poco hay para decir de ellos. Por otra parte, revisando los textos en que la prediccion fallo, podremos aprender algo que todavia ignorabamos" .
Estamos al borde de una utilidad adicional, el conocimiento del valor informativo nuevo. El libro de Bonta nos asoma cada tanto a nuevas posibilidades.
Un comentario bibliografico como este no podria ir mas lejos; mi propia ignorancia sobre la validez de los metodos matematicos y computacionales empleados lo limitaria, de todos modos.
Me parece un trabajo de explorador o de pionero; un gran sacrificio personal en aras de crear un campo del conocimiento, al menos, de senalar un camino por el cual pudieran circular las generaciones acostumbradas a manejarse dentro de la informatica y ponerlas en contacto con este otro modo de organizar el saber, los libros. La trillada expresion "un puente entre las generaciones" quiza se le aplicara con justicia.
?Que derrotero seguiria el trabajo de Juan Bonta, inesperadamente interrumpido, despues de American Architects and Texts? No lo se: pero me parece que nos deja una valiosa y sorprendente herencia con este libro. Ignoro si puede pretenderse mas.
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