Les adjunto información sobre el avance de China en arquitectura y equipamiento urbano. Les transcribo dos artículos sobre el fenómeno urbano chino en La Razón (Zaragoza) que paso a reproducir por su interés: El «boom» económico y los Juegos Olímpicos de Pekín han transformado la piel del gigante asiático .
http://rafaeldemiguel.wordpress.com/2007/09/03/urbanismo-vertiginoso-en-china/
Las cifras de todo lo que concierne a China abruman, y si se trata de arquitectura éstas adquieren categoría de récord. No se trata sólo de una fiebre por construir sin freno sino de un afán por liderar toda clasificación posible para terminar siendo los primeros. Basta con citar algunos ejemplos. El Hangzhou Bay Bridge, el puente oceánico más largo del mundo, tendrá 36 kilómetros levitando sobre el mar. El aeropuerto de Pekín, obra de Norman Foster, concentrará el mayor tráfico aéreo dadas sus dimensiones espectaculares. El rascacielos Shangai World Financial Center superará dentro de un año a cualquier otra torre en altura, con sus 510 metros que le quitarán el trono que posee actualmente el rascacielos Tapiei 101. Por no hablar de la primera ciudad ecosostenible, en construcción –como todos los proyectos citados– situada en el área de Dontang, cerca de Shangai, que dará casa a 50.000 vecinos en 2008 y a medio millón en 2020.
El crecimiento económico de China (un 9 por ciento de media en los últimos 25 años) y uno de los mayores movimientos migratorios de la historia, sino el mayor (200 millones de personas se han desplazado del campo a la ciudad desde 1990) han colocado al gigante asiático en una posición privilegiada, un caso único e incomprensible de desarrollo urbanístico en la historia, tanto por la escala como por la velocidad a la que está teniendo lugar.
Todo empezó con Koolhaas
Los expertos consideran que la nueva arquitectura China vivió un punto de inflexión en 2002, con la designación de Pekín como ciudad olímpica. A partir de entonces, la epidemia por construir edificios estelares se convirtió en el pan de cada día. Uno de los primeros en arribar al imperio del dragón fue el holandés Rem Koolhaas, el gran pope de la arquitectura. Su torre cubista para la cadena de televisión pública, la CCTV, aún en ejecución, abrió el melón de los hitos arquitectónicos, una puerta por la que después han ido entrando los más exclusivos estudios de arquitectura del mundo, todo ello magnificado por la levadura que fue el reparto del pastel olímpico, y que tiene como referente el flamante estadio diseñado por los suizos Herzog & Meuron, un entramado de armazones espaciales con forma de nido que será escenario de la inauguración de la gran cita deportiva. Estos dos proyectos aparecen desmenuzados por el economista Philip Jodidio en el libro «Architecture in China », publicado por Taschen, en el que se recogen algunos de los mejores diseños de profesionales de todo el mundo, además de mostrar el trabajo de los nuevos arquitectos chinos. La mitad de la producción de cemento va a parar a China , donde ya existen 166 ciudades con más de un millón de habitantes. En 2006, el gasto en equipos industriales y de construcción creció un 30 por ciento en los cinco primeros meses. «Como es lógico, con un desarrollo a tal escala no se suele prestar demasiada atención a la calidad», escribe Jodidio.
Abajo las casas tradicionales
China se traga su pasado al ritmo que imponen las excavadoras. En Pekín han desaparecido cientos de barrios tradicionales, exponentes de la arquitectura tradicional autóctona, muchos de ellos depauperados al máximo. Bastantes de los que aún siguen en pie están «tapados» con vallas publicitarias, esperando su hora final antes de que los turistas invadan la capital en 2008. Las pautas constructivas han sido tomadas de las ciudades occidentales. En muchos casos se impone el lujo asiático, lo que, conjugado con una cierta estandarización de las nuevas ciudades, ha llevado al Gobierno a entonar el mea culpa del desaguisado medioambiental que se está cociendo en el país. En marzo de 2005, el viceministro de la Construcción, Qiu Baoxing, anunció un paquete de medidas para reducir el gasto energético en la construcción de edificios de un 65% en 2020. Este año,China ha superado a Estados Unidos como principal emisor de CO2.
Frente a la arquitectura ciega, Jodidio cree que «enChina se diseñarán y se construirán más edificios nuevos de calidad que en casi cualquier otra parte del mundo». Uno de esos proyectos es el Suit House Hotel, cerca de la gran muralla –donde, por cierto, se levanta una casa proyectada por los españoles Moreno Mansilla y Tuñón–. Kengo Kuma firma el diseño de este hotel que replantea la naturaleza de la intimidad y defiende una relación más espontánea de la arquitectura con el paisaje de campo.
Hasta hace muy poco tiempo, la construcción en China estaba en manos de los institutos de diseño, una especie de agencias estatales que supervisaban todos los planos antes de la ejecución de la obra. Después de un cambio jurídico, cualquier persona puede ejercer de arquitecto. En pocos años, ha surgido un poderoso núcleo de profesionales chinos que tiene al frente a nombres comos los de Wei Wei y Ma Qing Yun. Lejos de crear edificios de nueva planta y en altura, Wei Wei ha decidido paostar por la austeridad con el uso de materiales sencillos y la rehabilitación de inmuebles antiguos y naves industriales, como hizo en un suburbio de Pekín al reconvertir un almacén en una edificio de oficinas con ladrillo visto.
Objetivo: hacer caja
Es un ejemplo sobresaliente en un país donde, como señala Koolhaas, la arquitectura lo es todo. «La construcción de edificios ha pasado a ser una herramienta generadora de tal cantidad de beneficios que la función principal de una edificación ya no es satisfacer las necesidades humanas», escribe Nancy Lin en un artículo titulado «Architecture Shenzhen». Y añade: «Los conceptos tradicionales de la arquitectura como son la estética, un entorno cómodo, la tecnología de construcción muy moderna y la habitabilidad se han suprimido para dar prioridad a mediciones cuantitativas como la densidad constructiva, la inversión, el tiempo de construcción y la rentabilidad».
Los templos de la nueva arquitectura
Sede central de la televisión pública China (Pekín)
En lugar de competir por hacer el rascacielos más alto, Rem Koolhaas ha creado dos torres unidas en la parte superior por un voladizo donde se ubicarán oficinas. El arquitecto holandés define este trabajo como «un dosel que abraza simbólicamente a toda la población». La torre de la CCTV estará abierta al público y el Centro Cultural de la Televisión acogerá un teatro, sala de baile, cines y estudios de grabación. Con un presupuesto de 750 millones de euros, será el centro de retransmisión de los JJ OO. «Ha nacido un nuevo icono», proclama.
Gran Teatro de la Ópera de Pekín Recién terminadas las obras de construcción y preparándose para comenzar la temporada operística, este edificio futurista con forma de ovni está emplazado en el corazón administrativo y símbolico de la ciudad, muy cerca de la plaza de Tiananmen, el Palacio del Pueblo y la Ciudad Prohibida. Obra del francés Paul Andreu, despliega una cúpula suspendida, sin columna alguna que la sustente, realizada en titanio y vidrio. Para entrar hay que cruzar un lago artificial cuyo fondo es de cristal. El nuevo templo de la arquitectura pekinesa tiene una ópera de 2.500 butacas, un auditorio de 2.000 y un teatro de 1.000.
Centro cultural de Shenzhen
No sólo Pekín y Shangai son los imanes que atraen a los mejores arquitectos, también hay ciudades más modestas que albergan proyectos ambiciosos. En Zhenzhen, Arata Isozaki levanta un gran edificio con biblioteca para tres millones de libros y un auditorio. El espacio central es un espectacular atrio acristalado. Un muro de granito de 40 metros de altura y 300 de longitud aisla el edificio de una autopista.
Shangai World Financial Center
Situada junto al rascacielos Jim Mao, en el distrito financiero de Pudong de Shangai, esta torre será la más alta del mundo cuando sus 510 metros hayan cobrado forma el próximo año. La parte de arriba estará coronada con un agujero trapezoidal donde se abrirá un mirador.
Una paradoja es como España firma convenio para potenciar el urbanismo español en China: La ministra de Vivienda, Carme Chacón, acordó ayer con el viceministro chino de Suelo y Recursos, Wang Shiyuan, impulsar la colaboración entre ambos países en materia de vivienda, suelo y urbanismo. En la reunión, celebrada en Madrid, el viceministro chino se comprometió a potenciar la inversión del sector inmobiliario y constructor español en su país, así como potenciar en él la presencia de arquitectos españoles.
(Publicado en MADRID (19-07-2007)
Por ahora los dejo con esta información.
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