Paris, sábado 1 de diciembre de 2007 . Escribo estas líneas habiendo pasado ya más de catorce meses en Paris. Llegué vía el aeropuerto Charles de Gaulle. Como a cualquier otro tuve que pasar por una semana de adaptación, hasta arreglar la situación de mi alojamiento que es uno de los principales problemas que pasan todos los que van a pasar una larga temporada en Paris. Uno ve la diversidad de personas de todas partes, no en vano Paris alberga anualmente más de cuarenta millones de turistas.
El habituarme al sistema de transporte del metro fue fácil- consultando a la gente uno llega a ubicarse inicialmente- y a través de él uno se desplaza fácilmente a cualquier parte de la ciudad de manera rápida. También uno puede desplazarse en ómnibus para apreciar la ciudad pero es más lento. Como me fue previsible, he podido disfrutar de los espacios urbanos de Paris caracterizado por sus famosos bulevares arbolados con una buena sección de vereda para que puedan pasearse peatones, ubicar sillas de los restaurantes en donde uno puede estar sentado horas viendo pasar a los peatones y que la copa los árboles conformen adecuadamente un techo, las edificaciones cuya altura es de 8 pisos contribuye a formar el espacio urbano; estos bulevares a su vez están interconectados radialmente a través de plazas con un monumento destacado. Esta concepción del prefecto de Paris de mediados del siglo XIX, el barón de Haussmann, con una base policial para un mejor desplazamiento de las tropas policiales frente a las revueltas del pueblo ha sido tomado por muchas ciudades del mundo: las avenidas La Colmena y Alfonso Ugarte con el paseo Colon, interconectados con las plazas San Martín, Dos de mayo, Bolognesi y Grau son ejemplos del intento de seguir el modelo parisino. Lo primero que uno piensa es que una revaloración de estos espacios urbanos limeños es necesaria y urgente. Paris no solo tiene la huella de las obras de gobernantes de tiempos lejanos como los reyes de Francia o de napoleón sino que también de gobernantes mas recientes como el caso de Georges Pompidou en los años 70 a quien debe su nombre el famoso centro cultural de Beaubourg, obra de los arquitectos Piano y Rogers, que parece una gran refinería en medio de Paris, es una gran maquina cultural: una biblioteca publica con un intenso movimiento de lectores, un museo con la colección de arte moderno mas importante de Europa, concebido para no ser monumental- por ejemplo uno ingresa descendiendo el atrio hecho en pendiente lo que permite hacer actividades culturales en su superficie con una buena visibilidad de los espectadores y no subiendo como en el caso de los edificios monumentales, con el tiempo el centro Pompidou ha pasado a ser un monumento y un icono de la arquitectura del siglo XX. Mas recientemente las obras en el gobierno socialista de François Mitterand, entre los años 80 y 90, como la inserción de la pirámide del museo del Louvre obra del arquitecto Pei, el arco del barrio la Défense que consolidan un eje urbano incomparable que involucra además de los obras mencionadas: el arco del Carrusel, el jardín de las Tuilerias, el arco del Triunfo, la plaza de la Concordia y los Campos Elíseos. Uno puede sentir tanto en el arco como en la pirámide el gusto de Mitterand por una geometría perfecta. El barrio financiero de la Défense concebido para dar una imagen de modernidad conformado por torres altas vidriadas reflejando el cielo no llega a convencer pues a la vez de la expresión mencionada se ha permitido una libertad formal que no adquiere presencia por la monotonía del reflejo del cielo del vidrio. Una cosa distinta es el arco de la Défense que en su forma perfecta de cubo perforado llega a vincularse de manera grata con el arco del triunfo. La nueva biblioteca nacional François Mitterand sigue esta lógica de formas claras: cuatro torres en forma de L- que representan cuatro libros abiertos- y en medio un patio hundido arbolado. El nuevo puente Simone de Beauvoir que cruza el río Sena permite enlazar la biblioteca nacional con el nuevo parque de Bercy y a su vez con el nuevo local de la Cinemateca francesa, adaptación de lo que anteriormente era el centro americano del arquitecto Frank Gehry. Dando frente al parque de Bercy se encuentra un conjunto de viviendas concebido por nuestro compatriota Enrique Ciriani que triunfa en Francia. El otro compatriota que triunfa notablemente en la arquitectura francesa es Rodolfo Tisnado de participación importante en la concepción del edificio del Instituto del mundo árabe que tiene un frente hacia al río Sena. El parque de Bercy es agradable por el trabajo de su jardinería y el sabio manejo de la masa vegetal o las superficies de agua, y no por la gran masa de concreto que pudiera albergar como se da en el caso de muchos parques peruanos. Un parque que no se puede dejar de mencionar es el de la Villette, diseñado para estar a la altura de los tiempos, del arquitecto Bernard Tschumi, se puede decir que es un éxito: dotado por unas construcciones de color rojo (las folies: en frances, locuras) sin función precisa, en la actualidad uno ve la presencia de niños, jóvenes, deportistas, ancianos que gozan del parque. Un parque mas reciente es el André Citroen , con una geometría de base fuerte, combina masa vegetal, agua y superficie de cemento equilibradamente.Si uno habla de Paris no se puede obviar el río Sena con sus puentes hacen de el un modelo de río que participa de la ciudad y la acompaña como en ninguna otra parte del mundo lo que le mucha personalidad que propicia el turismo en varios kilómetros de recorrido. Viendo aquello, pienso que nuestro río hablador merece una mejor suerte que la actual ¡en qué momento dejo de significar algo positivo para los habitantes de Lima! Tampoco se puede dejar de mencionar Notre Dame y sus alrededores: las hojas anaranjadas de los en otoño, los bouquinistes-los vendedores de libros –, los cantantes en los puentes, todo ello contribuye a dar una atmósfera de bienestar. Seria largo enumerar otros ambientes gratos en Paris: entre otros, el barrio latino, el boulevard Saint Germain, Montmartre, el jardin de Luxemburgo, la torre Eiffel , el campo de Marte, el jardin de Trocadero, la place de Vosges, la place Vendôme. Pero en Paris, con todas sus cualidades, también, de tanto usar el metro y ver tanta copa de árbol que filtra la visión del cielo y verse un formato ciudad repetirse mucho, a eso hay que anadirle los espacios reducidos habituales de las habitaciones parisinas,a veces uno siente la sensación de claustrofobia. Debe ser por eso que los parisinos en cuanto pueden salir de la ciudad lo hacen indefectiblemente o también uno podría pensar que el proyecto de renovación urbana de Paris de Le Corbusier seria la visión de alguien con necesidad de vistas extensas. Fernando Utia Chirinos.
Desarrollado por LLIKA
Comentarios recientes