Sobre el tema de El 'boom' de la construcción varias veces se ha escrito que se continúa expandiendo sin ninguna planificación. Hoy día la ciudad carece de plan urbano, debido a que la orientación real es la de que el mercado es el ordenador.
Incluso las entidades vinculadas a este “boom” interesadamente o desinformadamente aseguran, que se trabaja con un plan de zonificación por cada ciudad y con estríctas normas de construcción.
"Lima, ciudad jardín", es una frase antigua que quedó ensombrecida hace muchos años gracias a que no se enfrentó el problema urbano adecuadamente por ninguno de los actores que han estado presentes en la toma de decisiones sobre la ciudad.
La realidad es que nadie toma decisiones que enfrenten el problema de la ciudad. La evidencia muestra que no se ha visto que se tome decisiones importantes sobre el caos de la ciudad de Lima. No se ha querido ni podido enfrentar un problema que no es administrativo, ni de carácter técnico, sino eminentemente de carácter político, y a esto siempre se le ha “corrido”, pues no vende políticamente. Por ejemplo desde el 2006, el Reglamento Nacional de Edificaciones del Ministerio de Vivienda ordena en su primer artículo "que (la construcción) se integre a la zona de manera armónica", y aclara que son los municipios provinciales los que deben emitir normas complementarias para que esta directiva se cumpla. Sin embargo, la Gerencia de Desarrollo Urbano del concejo limeño admitió que a la fecha no existe una sola de dichas normas en la provincia.
Si esta tarea que es elemental y de carácter básico no se quiere enfrentar, ¿que ocurrirá con tareas y acciones que requieren mayor compromiso y opción valorativa?. Lo real es que no se han enfrentado, mas bién se han soslayado en beneficio de la especulación y el agiotaje en la ciudad.
Y es que los últimos 20 años, junto al crecimiento económico también se aceleró el crecimiento de la capital, lo que ha puesto en jaque el espacio físico de nuestras ciudades, poblados y paisajes, pero no se ha enfrentado con medidas eficientes y de carácter estructural; lo máximo que se ha hecho, por algunos a la usanza limeña, es manifestar su preocupación.
Al no haber planificación nadie planifica los servicios y por lo tanto la zonificación de los usos del suelo es obsoleta, y para lo único que sirve es para que la plusvalía urbana sea apoderada por los inversionistas para maximizar sus ganancias sin importar para nada la ciudad y sus habitantes.
Emitir opiniones folklóricas lamentando esto sin hacerse referencia a las innegables leyes económicas que gobiernan la inversión neoliberal es demostrar desconocimiento del problema.
Las variables políticas están condicionando cualquier solución técnica. El problema de la sobre oferta de transporte publico en Lima empezó cuando se liberalizo su acceso para resolver el excedente de empleo en el sector público. Esto se convirtió en el generador del mayor problema que tiene la ciudad hoy día. Se resolvió aparentemente un problema y se genero otro mayor por emplearse soluciones facilistas por administradores improvisados que ignoraban la lógica de la ciudad y que ella ya había cambiado estructuralmente.
Hoy día se quiere enfrentar este problema solo mediante parches viales, lo cual no resolverá el problema generado por la imprevisión. Antes bién se esta diseñando un nuevo problema y de mayor magnitud. Muchas veces sobre este tema se dice que lo único que falta es que "solo hay que organizar, controlar y regular". Evidentemente esto es lo que se requiere, pero no contamos con municipios técnicamente preparados, ni que cuenten con una administración eficiente que conozca como hacerlo, ní que se disponga de los instrumentos legales para posibilitarlo.
Por ejemplo de acuerdo a la Ley 29090, ya las comisiones técnicas que eran una defensa para mantener un mínimo de coordinación sobre lo que se construye hoy han dado paso a los revisores urbanos que son profesionales (arquitectos o ingenieros) independientes que verificarán que los proyectos de habilitación urbana y/o edificación en las viviendas de más de cinco pisos y/o más de 3,000 metros cuadrados, que requieran de licencia, cumplan con las normas y disposiciones urbanísticas y/o edificaciones.
Es necesario darse cuenta que lo que ha desaparecido como por encanto es la organización, el control y todo tipo de regulación. Además, la zonificación no se cumple en ninguna ciudad. Nadie tiene interés en cumplirla ni en hacerla cumplir.
El culto al negocio, sea como fuese, es la única verdad.
El marketing en este “Boom”
Un punto clave en la estrategia de aprovechamiento de este “boom” del consumo de “vivienda” es la de su venta. No interesa solucionar un problema de la ciudad sino aprovechar el “Boom” para vender lo más que se pueda y a precios altos, tan altos como lo permita el “mercado”.
Qué es lo que el mercado demanda en términos de producto, precio, promoción y punto de venta. Aquí la pregunta no es la resolver un problema social, sino hacer que el problema social sea fuente de negocio inmobiliario.
De este modo todo el sector de lo que eufemísticamente se ha denominado “pueblos jóvenes”, y anteriormente “barriadas”, ha pasado a transformarse en la fuente de mejores negocios para los inversionistas. Aquí esta la fuente del problema político para enfrentar el problema de la vivienda.
Es solo cuestión de marketing o el estado debe enfrentarlo de otro modo, hoy con la estrategia neoliberal, el problema se soslaya y se deja al libre juego de la oferta y la demanda.
El problema esta en que las estrategias de marketing que se esta implementando no toman en consideración los elementos básicos de un programa de vivienda, y se considera equivocadamente que este es solo cuestión de construir edificios sin atender a soluciones integrales en las que no se esta pensando, ni tomado en consideración todo lo que ya se ha aprendido de las experiencias en otros lugares, y de los nefastos resultados de pensar en “soluciones” de este tipo.
En la medida que no se da lineamientos para enfrentar este problema de la vivienda se continuará con estos proyectos de edificios que lo único que están haciendo es sirviendo de plataforma para los nuevos problemas de la ciudad dentro de poco.
La reciente información indica que más del 100% han subido los ladrillos en el último semestre y los fabricantes de fierro tampoco han desaprovechado la oportunidad del boom constructivo que vive el país. Esto se debería a un "aprovechamiento de las circunstancias" más que la excusa del petróleo que indican los mencionados fabricantes.
Esta previsión se basa en que la realidad con la crisis económica es que ya no hay dudas de que el crecimiento de la economía peruana, que en el 2008 creció, se ha empezado a desacelerar como consecuencia de la crisis financiera internacional, y por lo tanto este aparente “boom” tiende a desacelerarse, pero dejando una secuela de "bombas de tiempo" en relación al problema de la vivienda.
Sobre este tema adjunto los siguientes links que me parecen ilustrativos:
Visión sobre la situación de este "boom" en España:
http://servicios.elcorreodigital.com/ekoplaneta/datos/expertos/2006/octubre/manuel_naredo.htm
En Rusia:
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/10/06/AR2008100602853.html
y sobre el "boom" de la construcción en la India:
http://knowledge.wharton.upenn.edu/india/article.cfm?articleid=4237
Tambien adjunto links de otras opiniónes locales:
http://www.larepublica.com.pe/content/view/245360/484/
http://blog.pucp.edu.pe/item/43805
http://www.choledadprivada.com/2008/08/22/el-boom-de-la-construccion/
http://www.construccionyvivienda.com/EDICION%20112%20Y%20SUPLEMENTO%20EXPOCAMACOL.pdf
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